La
Prensa Argentina se hace eco de una entrevista realizada por la Agencia de
Prensa Nacional Argentina Telam, a Pedro Pozas Terrados, Director Ejecutivo del
Proyecto Gran Simio (GAP/PGS-España) sobre la campaña internacional que ha
promovido esta Organización para que los Grandes Simios Sean Considerados por la UNESCO
como Patrimonios Vivos de la Humanidad.
Lanzan una campaña internacional para que los grandes simios sean “patrimonio vivo de la humanidad”
UNA DE LAS TRES PRIMATÓLOGAS MÁS IMPORTANTES A NIVEL
GLOBAL JUNTO A UNA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL QUE BREGA POR LOS DERECHOS DE LOS
GRANDES SIMIOS LANZARON UNA CAMPAÑA PARA QUE LA UNESCO DECLARE “PATRIMONIO VIVO
DE LA HUMANIDAD” A LOS CHIMPANCÉS, GORILAS, ORANGUTANES Y BONOBOS; TRES
ESPECIES DE HOMÍNIDOS QUE HOY ESTÁN EN VÍAS DE EXTINCIÓN AUNQUE SON “HERMANOS
EVOLUTIVOS” DE LOS HOMBRES.
La iniciativa de
la experta canadiense en orangutanes Biruté Galdikas y la organización Proyecto Gran
Simio (PGS), parte de considerarlos como “personas” y toma entre sus
principales antecedentes el reciente fallo de la justicia argentina que declaró
a la orangutana Sandra “persona no humana”.
“Fundamentalmente
se busca proteger a las poblaciones que existen en libertad y que en 10 años se
extinguirán, conforme se continúe con la deforestación masiva”, dijo a Télam,
Pedro Pozas Terrados, director ejecutivo del Proyecto Gran Simio en España.
Desde Madrid, este primatólogo explicó que si la campaña logra su objetivo, los distintos países tendrán que adoptar medidas para que “se protejan las poblaciones en libertad, y sean llevados a santuarios naturales o conservados en mejores condiciones, los ejemplares que estén en cautiverio”.
Desde Madrid, este primatólogo explicó que si la campaña logra su objetivo, los distintos países tendrán que adoptar medidas para que “se protejan las poblaciones en libertad, y sean llevados a santuarios naturales o conservados en mejores condiciones, los ejemplares que estén en cautiverio”.
“Además, las
áreas que son el hábitat natural de estos grandes simios tendrán que ser
protegidas, con lo cual se estará protegiendo también a las selvas tropicales y
a los pueblos indígenas”, agregó.
Por otro lado,
significaría el fin de la experimentación con estas especies, la prohibición
total de su utilización en espectáculos circenses y constituiría “una
herramienta indispensable para que la ONU pueda formular una Declaración de los
Derechos de los grandes simios”, cometido fundamental de la ONG.
La campaña se
propone lograr la mayor cantidad de adhesiones entre científicos, académicos,
políticos y personalidades de la cultura de todo el mundo en los próximos tres
meses, tras lo cual sus iniciadores harán una presentación oficial de la propuesta
a la Unesco.
Entre las adhesiones se cuentan las del filósofo australiano Peter Singer; y del paleoantropólogo y codirector de las investigaciones del yacimiento de Atapuerca José María Bermúdez.
Entre las adhesiones se cuentan las del filósofo australiano Peter Singer; y del paleoantropólogo y codirector de las investigaciones del yacimiento de Atapuerca José María Bermúdez.
También se ha
iniciado un petitorio en la plataforma Change.org, que ya tiene casi 1.800
firmas.
Los grandes
simios pueden ser considerados “personas” porque reúnen los 15 atributos
establecidos por la bioética, entre ellos inteligencia, autoconciencia, sentido
del tiempo, sentido del futuro y comunicación.
Pero no sólo en
el terreno académico se ha avanzado en ese sentido, sino también en el judicial
donde al fallo argentino sobre Sandra se han sumado otros a nivel mundial.
“ No debemos olvidar que el término chimpancé o humano es biológico y nunca podrá cambiarse, pero el término ‘persona’ es filosófico y puede aplicarse a otra especie diferente a la nuestra”, dijo.
“ No debemos olvidar que el término chimpancé o humano es biológico y nunca podrá cambiarse, pero el término ‘persona’ es filosófico y puede aplicarse a otra especie diferente a la nuestra”, dijo.
Pero los grandes
simios deben ser protegidos no sólo porque “tienen muchas capacidades iguales a
las nuestras”, sino porque son “nuestros hermanos evolutivos” y “el estudio de
los grandes simios es el estudio de nuestros propios orígenes”.
Sabido es que
los grandes simios y los humanos descienden de un ancestro común y sólo se
diferencian por entre el 3 y el 1 por ciento de los genes.
“Son los seres
vivos más cercanos a los humanos, que están en una etapa similar a la Edad de
Piedra humana. Verlos en el Parque Nacional de Tai sentados en el suelo,
cascando nueces con un yunque y un martillo de piedra, es retroceder millones
de años y vernos a nosotros mismos luchando para sobrevivir y evolucionar”,
dijo.
El
reconocimiento de los grandes simios como “Patrimonio Vivo de la Humanidad”
implicaría que por primera vez esta categoría se asigne a animales, dado que
hasta el momento se ha aplicado monumentos naturales como bosques, montañas,
lagos, cuevas o desiertos; o a creaciones humanas como complejos
arquitectónicos, rutas o paisajes culturales y ciudades.
“Reconocemos que
el término ‘vivo’ no está contemplado dentro de la Unesco pero consideramos que
si una simple receta de cocina fue incluida, cuanto más debieran serlo los
grandes simios dado que la Unesco tiene obligación por el respeto a la vida y a
la historia de la humanidad”, dijo.
Por su parte, el
presidente de la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los
Animales (Afada), la organización que interpuso la acción de amparo por Sandra,
consideró “muy positiva” esta iniciativa, que debería “extenderse a todas las especies
en extinción”.
Pablo Buompadre
consideró que una medida así “tendría consecuencias políticas y jurídicas”.
“Políticamente apunta a que los estados de donde generalmente existen estas especies, puedan adoptar todas la medidas necesarias para no tenerlos cautivos para exhibición pública y tendientes a tutelar los derechos básicos y fundamentales”, dijo.
“Y jurídicamente implica que haya un compromiso del sector judicial en garantizar el reconocimiento y la utilización de herramientas jurídicas para la extensión de la protección de esos derechos a otras especies diferentes al ser humano”, concluyó.
“Políticamente apunta a que los estados de donde generalmente existen estas especies, puedan adoptar todas la medidas necesarias para no tenerlos cautivos para exhibición pública y tendientes a tutelar los derechos básicos y fundamentales”, dijo.
“Y jurídicamente implica que haya un compromiso del sector judicial en garantizar el reconocimiento y la utilización de herramientas jurídicas para la extensión de la protección de esos derechos a otras especies diferentes al ser humano”, concluyó.
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